La Fundación Euskadi pierde a su pionero

Aparece muerto a los 39 años Agustín Sagasti, el ciclista vizcaíno que dio la primera victoria profesional al equipo en 1994 en la Vuelta al País Vasco




La Fundación Euskadi de ciclismo perdió ayer a una pieza importante en su historia. Agustín Sagasti, el corredor que logró la primera victoria profesional del equipo vasco, apareció ayer muerto en su domicilio de Mungia. Contaba con 39 años, y pese a que un gravísimo accidente truncó su carrera en su primer año profesional, su nombre siempre quedó ligado al del actual Euskaltel Euskadi desde abril de 1994. Sagasti se impuso en el primer sector de la quinta etapa de la Vuelta al País Vasco y de aquella forma, la fundación inauguró su palmarés.


Miguel Madariaga, mánager del equipo desde aquella misma temporada (1994), recibió la noticia como un mazazo. Estaba impresionado. «Ya no hay nada que hacer. Quizá haya sido un bajón, no lo sabremos nunca. No le encuentro ninguna explicación. Una noticia como ésta siempre te impresiona, pero Sagasti... un chico de mi pueblo, Mungia, con toda la vida por delante. Increíble».


Miguel, muy afectado, relató a este periódico cómo se enteró de su fallecimiento. «Me lo han comunicado a primera hora de la tarde. Agustín, que estaba soltero, comía todos días en casa de sus padres. Hoy -por ayer- no se presentó. Su madre, preocupada, fue a casa de su hijo, porque quizá estuviera enfermo y se lo encontró muerto».

Trabajo en la Diputación Madariaga explicó que Sagasti lo pasó muy mal tras el accidente que truncó su carrera profesional. «Pero había rehecho su vida. Había trabajado en la Diputación en un departamente dedicado a personas con minusvalías hasta hace unos meses. Nos contó que había dejado el puesto porque quería estudiar Ciencias Empresariales. El pasado fin de semana coincidimos en la cena que organizó la Sociedad Ciclista Mungia. También estaba su padre».

El patrón de Euskaltel se acordaba de los inicios de Agustín. «Fue un profesional desde juvenil, cuando entrenaba con su padre y apenas podía subir la cuesta de Andrakas. Lo daba todo sobre la bicicleta. Es el recuerdo que me quedará de él. Se hizo ciclista con el Kaiku de Juanicorena y en su estreno como profesional nos dio una gran alegría. La primera para un equipo que entonces buscaba su hueco en el pelotón. Tras el accidente volvió a coger la bicicleta, pero ya sólo para pasear».

Agustín Sagasti entró en la historia del Euskadi, dirigido entonces por Txomin Perurena, en la última etapa de la Vuelta al País Vasco que terminó en el Santuario de Loyola. Poco después tuvo que dejar el ciclismo. Corría el mes de junio y se disputaban los Valles Mineros. Era la última etapa y Agustín descendía San Emiliano a 90 kilómetros por hora en persecución de un grupo de escapados. Un Ford Fiesta se saltó un cruce no señalizado y apareció en dirección contraria. Fue un impacto brutal. Tuvo importantes lesiones en el fémur y en su brazo izquierdo (el golpe le seccionó el cúbito, el radio y el nervio cubital), que le obligaron a abandonar la práctica del ciclismo profesional.

Diario Vasco (Edición digital).